Ayer viernes, nuestros niños y niñas conocieron a PILOCHA.
Había una vez un bosque.
En el bosque un árbol.
Y en el árbol, una rama, una rama….
que no quería ser rama.
Un día de tormenta se partió la rama.
Yupi, estoy libre! Ahora podré jugar, correr y saltar como una niña.
– Qué tonterías dices – murmuró un gusanito – ¡Cómo vas a ser como una niña si no tienes cabeza!
La rama de un árbol quería ser una niña y tras sucesivas secuencias llega a conseguirlo, se convierte así en Pilocha. Ésta irá descubriendo, su cuerpo, sensaciones, emociones, sentimientos. Igualmente necesitará aprender hábitos básicos de vida: alimentación, aseo, sueño.
Este cuento nos sirve para trabajar con nuestros niños y niñas el esquema corporal y el cuidado del cuerpo.
Marisol nos ha regalado unos momentos muy divertidos y ha pintado en las bocas de todos una gran sonrisa¡¡¡¡¡
¡¡¡¡¡ Un aplauso a Marisol ¡¡¡¡