Había una vez una tortuga que tenía mucho sueño, tenía tanto sueño que iba a dormir todo el invierno:
– uuuuuuaaaaaaa¡¡¡¡¡¡ – bostezó
Esta semana Ana ha contado a nuestros niños y niñas este bonito cuento.
Se trabaja en él el ritual de irse a dormir y lo que este acto implica: aseo, cepillarse los dientes, la conveniencia de un horario establecido, el silencio, la calidez…
El cuento se presenta en forma de poema repetitivo y destaca el valor y las «bondades» de los amigos y la «calma de la buena tortuga».
Dentro de nuestra programación organizamos esta actividad como un medio a utilizar para trabajar el tema de los hábitos saludables.
En mi opinión, la puesta en escena del cuento ha sido ¡¡¡¡muy buena¡¡¡¡ , bien ambientado, caracterizado y representado.
La tortuga Ana ha sabido captar y mantener la atención de nuestros «peques» durante todo el tiempo que ha durado el relato y creo que esto lo dice todo….