. Lo sentimos por dentro y por fuera. Por eso los abrazos nos gustan tanto.»
Lo hemos trabajado sensorialmente a través de una gran variedad de objetos. Ofrecemos, manipulación libre.
Además, organizamos actividades motivadoras:

–
– construimos casitas y caminos con maderas y palitos.

– arrugamos papel.
– limamos nuestras uñas.

– nos disfrazamos con telas.

Ha sido muy divertido. Escuchamos sus exclamaciones, que no tienen desperdicio:
– ¡Hay que sacarlos de ahí!
– ¡Pobrecitos, tienen muchísimo frío!
El increíble atractivo de manipular gelatina con colores brillantes y blandita… se rompe, se forman bolitas, está mojada, » es bailona», y…
¡Lo mejor!: ¡Se comeeeeee!
Para los más pequeñit@s , se ofrece manipular objetos apropiados a su edad:
– libros de diferentes texturas.
– plumas.

Al final, su espontaneidad, se pone de manifiesto….hacen, libremente, lo que más les apetece…tocar, gatear, volver a tocar, pisar, romper…y…lo más importante: REÍR.
En conclusión:
El tacto, es una de las mejores formas de que los niños y niñas aprendan a conocer y conectar con el mundo que les rodea.