"Si pudiéramos ver el mundo a través de los ojos de un niño, veríamos la magia en todo."
Miramos y vemos nuestro entorno utilizando objetos no habituales:








_ Papeles de celofán brillantes y transparentes.
_ gafas, lupas
_ Trampantojos
_ Caleidoscopio
_ velas
_ tiras luminosas de colorines…..
Para nuestros niños todo es un gran descubrimiento. Otra forma de mirar, de ver, de sentir….
Los objetos, las caras de sus compañeros pueden verse de colores y, a veces, brillantes. ¡Oh, oh, qué bonito!
Vemos la realidad aumentada. Flores, raíces, hojas, dibujitos…se hacen más grandes a través de una lupa. ¡Qué bien!
Trampas o ilusiones ópticas nos hacen ver lo que no es.
Pequeñas y coloristas imágenes geométricas que nos llevan a descubrir un mundo precioso y en movimiento en el fondo de un tubo.
¡Ay la oscuridad! Nos gusta la luz tenue de velas encendidas y las sombras que proyectan a nuestro alrededor.
Apagamos las velas y todo está oscuro. Nuestros niños están sobrecogidos, en espera… ¿de qué?…
Una «culebrilla luminosa» de todos los colores, baila por el aire y por el suelo… ¡Guay!…
Todos la siguen y la quieren tocar… ¡Es tan bonitaaaa!
Además de la vista hemos provocado el asombro y la ilusión.
Dentro de nosotras ha nacido el deseo de volver a ser niñas.